En el archipiélago, la ganadería ovina hace un gran aporte para la economía de las familias campesinas y el INIA ha estado acompañando el desarrollo de este rubro, poniendo en valor recursos genéticos como el cordero chilote y también aportando en temas de nutrición, sanidad y manejo, así como en la agregación de valor.
Con la participación de 15 ganaderos se puso en marcha Grupo de Extensión Tecnológica Ovino de Chiloé, integrado por productoras y productores especialistas en genética ovina de todo el archipiélago. Así lo dio a conocer, Gabriel Peña, profesional de INIA Butalcura y coordinador del grupo.
“Entre los objetivos de este grupo esperamos desarrollar técnicas de mejoramiento genético, incorporar nuevas herramientas como la inseminación artificial con semen congelado, potenciar el manejo de reproductores, la estandarización de razas y a futuro queremos evaluar la incorporación de nueva genética a la zona”, sostuvo.
Añadió que también hay que considerar el contexto que ha generado el cambio climático, que nos obliga a producir alimentos en condiciones de déficit hídrico en el verano, por lo que también hemos considerado capacitaciones en temas de fertilización de praderas naturalizadas, temas nutricionales y de alimentación, así como evaluar la incorporación de nuevas especies forrajeras.
El investigador y extensionista de INIA afirmó que “este es un proyecto a 3 años, financiado por el Ministerio de Agricultura, a través de un convenio con la Subsecretaria”.