En el marco del reconocimiento a mujeres destacadas en el ámbito agrícola, María Angélica Álvarez, representante del Consejo Regional GTT® de Los Ríos y galardonada el año pasado, presentó a Karin Weber como la homenajeada de la región. Álvarez describió a Karin como una representante excepcional del espíritu GTT®: una mujer creativa, inquieta y siempre dispuesta a compartir sus conocimientos.

Karin compartió con emoción su trayectoria personal y profesional. “Soy santiaguina, pero mi familia es de Valdivia. Hace 20 años, mi corazón estaba en Santiago, pero hoy está completamente acá en el sur”, afirmó, dejando en evidencia el profundo vínculo que ha desarrollado con su entorno y su labor en la producción lechera como cooperada de la COLUN que inició su padre, Ricardo.
En sus palabras de agradecimiento, destacó el apoyo de la organización y la función de Verónica, quien ha sido fundamental en el rol que está jugando la Mujer en la Fundación GTT®. “No pude asistir al primer encuentro en Coique el año pasado, pero esta vez lo he pasado muy bien”, aseguró.
Karin aprovechó la ocasión para enviar un mensaje inspirador a sus pares: “Nuestro esfuerzo debe centrarse en crecer como grupo GTT®, como personas, y en interactuar con nuestra comunidad y colaboradores. Sin ellos, no seríamos nada, aunque a veces tengamos diferencias”, dijo en relación al machismo que predomina en el mundo agrícola.
El día anterior, durante el panel de conversación, había compartido sus orígenes en el rubro lechero. “No soy ni agrónomo ni veterinario. Venía de otro mundo pero me tocó hacerme cargo del campo, el fundo Bellavista, ubicado en las cercanías de Paillaco, luego del fallecimiento de mi padre. La alternativa era vender o mantener el campo. Con mi hermana decidimos jugárnosla y aquí estamos. Fue muy difícil, como si me pidieran operar de apendicitis a alguien sin ser médico. Yo miraba las vacas y me preguntaba cuánto tiempo gestan. Fue algo duro para mí, los empleados del campo en ese momento eran muy machistas. Era la vieja, de ojos azules… terrible… me mortificaron por ser instantáneamente. Pero pudimos salir adelante, gracias a que contábamos con muy buenos asesores que suplieron mi falta de conocimiento en el mundo agrícola, yo aportaba el tema de la gestión porque venía del mundo empresarial. Así y todo, me fui ganando a los viejos porque no se saca nada con ponerles la pata encima, dando órdenes y siendo vertical”, confesó en su estilo franco y directo.
Como mensaje, Karin enfatizó la importancia de la educación como motor del progreso: “La educación es la única manera de avanzar. Debemos innovar tanto como podamos y ser limpios en nuestra producción. El futuro de la agricultura está en la sostenibilidad; de lo contrario, estaremos condenados a morir”.
El reconocimiento a Karin Weber no solo destaca su capacidad como agricultora, sino también su liderazgo, su compromiso con la innovación y su visión para construir un futuro más sostenible en el sector agrícola.