Alfredo Torres llamó a “no dejar esta labor para el mes de julio, ya que gran parte del daño estará hecho, las larvas se van a encontrar a más profundidad y se deberán aplicar productos químicos menos selectivos y en mayores dosis, lo que es menos amigable con el medioambiente”. También recomendó utilizar hongos entomopatógenos.
Una serie de recomendaciones para los productores ganaderos y medidas para enfrentar eventuales ataques de cuncunillas negras en praderas, dio a conocer el investigador de INIA Remehue Alfredo Torres.
“Si bien es cierto, existen principalmente 3 especies de cuncunillas negras presentes en las praderas, la más importante es Dallaca pallens, que vuela entre enero y marzo de cada año, deposita sus huevos en la pradera y sus larvas son detectables desde fines de mayo”, explicó el profesional.
El experto de INIA enfatizó que “a inicios de junio es muy importante realizar muestreos de las praderas para evaluar la presencia de cuncunillas negras, ya que la larva de este insecto en este mes se ubica a no más de 5 centímetros de profundidad, por lo que su detección debe centrarse en esa profundidad. Esto nos permite controlar, si es necesario, con productos como los reguladores de crecimiento que sólo controlan insectos en estado de larva. Si pasamos al mes de julio la búsqueda debe realizarse a 10 centímetros y probablemente debamos usar insecticidas menos selectivos”.
Torres, resaltó que “también está la opción de aplicar hongos entomopatógenos creados por INIA Quilamapu, con lo que se logra realizar un control amigable con el medio ambiente, sin causar daño, ni control de otros insectos”.
Al respecto, cabe mencionar que uno de los avances importantes que destacó el gobierno y el Ministerio de Agricultura en la cuenta pública fue la inauguración del Centro Nacional de Bioinsumos del INIA, que está destinado a desarrollar productos biológicos para el control de plagas y enfermedades, disminuyendo así la huella de agroquímicos en la agricultura.
¿Cómo hacer el muestreo?
El investigador de INIA explicó que el muestreo se puede realizar con pala de 20 x 20 centímetros o con un “gusarreno” de 10 centímetros de diámetro y 5 centímetros de profundidad. Con este último muestreador se puede ser más eficiente al revisar menos tierra y por lo tanto poder tomar más muestras. Es importante considerar que el número de muestras por potrero debe ser como mínimo 20 para tener datos confiables. El muestreo se debe hacer al azar en sectores representativos del potrero.
“Cada muestra debe ser revisada sobre un fondo blanco, que puede ser un saco y la evaluación se puede hacer en terreno o llevar las muestras identificadas por potrero a un recinto cerrado y en este último caso es ideal iluminar la muestra con una lámpara”.
La población crítica es de 50 larvas por metro cuadrado, lo que equivale a encontrar 2 larvas por palada o 1 larva por cada 2 muestras con el “gusarreno”.