Reutilizar aguas verdes, reducir costos energéticos, de fertilización convencional y promover la aplicación de una enmienda orgánica con beneficios agronómicos es la estrategia en sustentabilidad implementada por la familia Stolzenbach en la explotación lechera que mantiene en el fundo Miramonte ubicado en la comuna de Los Muermos.
En todas las actividades productivas y, en particular, la industria lechera, la eficiencia en el uso de los recursos y el cuidado sobre el medio ambiente son fundamentales para el desarrollo de sistemas productivos más sostenibles. Y bien lo saben en el fundo Miramonte, de propiedad de Renato Stolzenbach, el cual forma parte de un conjunto de otros dos predios (Los Copihues y Los Esteros) que desde hace tres generaciones vincula a esta familia con la producción lechera, quienes desde largo tiempo vienen dando pruebas fehacientes de la preocupación que tiene el primer eslabón de la cadena productiva sobre el cuidado y mayor eficiencia que se debe tener sobre los recursos.
Así lo destaca Marcelo Stolzenbach Van der Stelt, hijo de Renato, al señalar que desde al menos 25 años y mucho tiempo antes que se masificara el tema de la sustentabilidad en la actividad agrícola, su padre ha tenido como eje prioritario para el desarrollo predial el correcto manejo de los efluentes.
Y esto no es sólo un decir, ya que la construcción de la sala de ordeña y los patios de espera y alimentación de la unidad, considera desde sus inicios los pozos de recepción de los efluentes luego de la limpieza y lavado de la infraestructura lechera, el cual se hacía regando de manera manual para posteriormente aplicarlos sobre la pradera con el tradicional carro purinero o estiercolero.
“Con el paso del tiempo este tratamiento evolucionó. Para resolver un problema de limpieza en el patio de cemento, específicamente por las arenas y piedras que se acumulan en los purines y, a su vez, evitando que se produzca una capa resbalosa sobre el radier, con todo el impacto sobre el bienestar animal que ello significa, implementamos un sistema de flushing para inundar el piso y que a través de una ola de 20 a 25 cms arrastra arenas y piedras, dejando el piso con mejor adherencia para cuando las vacas vuelven a entrar al patio”, explica Marcelo.
Según detalla en cada lavado para dos calles y media, de 75 metros cada una, utilizan alrededor de 20 mil litros de agua verde reutilizada gracias a otro sistema implementado que les permite no usar agua limpia (de pozo) para el lavado. “Mediante un separador físico de sólidos y líquidos, utilizan los sólidos, al igual que el desecho de cama caliente, para su compostaje, maduración y posterior aplicación como fertilizante sobre las praderas y cultivos; y la fase líquida que es el agua verde , se reutiliza para volver a abastecer el sistema de lavado. Al sistema se va incorporando agua limpia todos los días, como las utilizadas en otras partes del proceso como el lavado de la sala, lo que nos obliga a vaciar el sistema cada cierto tiempo para darle nuevamente capacidad”, dice.
Lo anterior – agrega – no ha significado dejar de lado el uso de los carros purineros o estiercoleros. Estratégicamente siguen empleando este sistema que es el más usado a nivel de productores nacionales, sin perjuicio que dada la capacidad de almacenamiento pueden utilizarlos en momentos más oportunos para apoyar un mejor desarrollo de las praderas, en especial, en los meses más secos. Y, a su vez, estar atento al desarrollo de nuevas técnicas que podrían ser aún más eficientes en el riego de purines.
Última innovación: Nanoburbujas
En este contexto, a partir de la política de sustentabilidad que promueve la compañía Agroriego Tattersall e Hidrotattersall, empresas líderes a nivel nacional en la automatización de los sistemas de riego, telemetría, tratamiento de purines y reutilización de aguas residuales en la industria agroalimentaria, se encuentran abocados en validar experiencias en el país respecto a sistemas de aireación de piscinas de decantación mediante nanoburbujas para hacer más eficiente los procesos de maduración de los purines y, de esta manera, bajar algunos parámetros fisicoquímicos que estarían sobre los límites que impondría las normativas locales.
En este sentido, Manuel Meersohn, gerente zona sur de Hidrotattersall y Agroriego Tattersall, señala que la tecnología de inyección de Nanoburbujas implementada en Miramonte está validada en muchas industrias de alta exigencia y fiscalización, como la salmonera, cárnica, porcina, agroindustria, entre otras, imponiéndose como una solución costo eficiente para el tratamiento de líquidos de alta carga orgánica, con el fin de prepararlos para su disposición final.
«La visión de futuro y disposición innovadora de Marcelo y Renato permitirán validar en régimen de operación de escala real las aplicaciones que esta tecnología tiene para el tratamiento de purines de vaca, donde se espera bajar la carga orgánica de los efluentes. Esto, en una empresa lechera que ya hizo un valioso recorrido a lo largo de muchos años y es el escenario perfecto para dar el siguiente paso».
Para Marcelo Stolzenbach, este proyecto que apunta a acelerar el proceso de maduración de los purines en la fase líquida permitiría lograr que esos nutrientes estén más disponibles a la hora de regar esos efluentes sobre las praderas y los cultivos y, por ende, estén a disposición de las plantas para cuando éstas los requieran. A su vez, permitiría bajar las emisiones de olores, destaca.
Y sobre el impacto en la calidad del agua verde reutilizada en el flushing señala “podría permitirnos reutilizar agua más estable al tener menores contenidos de sólidos y menos viscosidad y que el sistema de lavado sea de mejor calidad, lo cual beneficiaría a un mayor confort de las vacas y con un impacto menor para el personal de ordeña”.
Junto con destacar que este largo camino recorrido para generar conocimiento ha sido casi en soledad, valora que hoy día una empresa como Agroriego Tattersall se estén atreviendo transferir tecnologías en estos temas que cada vez son más valoradas por la comunidad, recordando que los productores siempre están dispuestos a apoyar estas iniciativas cuando son planteadas de forma responsable y sus resultados sean para un bien común.